Claros parecen los días pasados
de primaveras citadinas
de escuelas tomadas,
tan agitadas... tan sombrías.
tan agitadas... tan sombrías.
Y diáfanos son los recuerdos
adornados con adoquines de sonrisa,
y lágrimas, y Olgas, y comidas ....
y mis eternos destiempos.
Pero oscuros son siempre las horas
presentes,
llenas de nosotros y de ustedes,
acongojados de dudas y
arrepentimientos,
pertrechos de esperanza
y de un mañana... quizá lejano,
... o quizá inexistente.
Y a pesar de todo,
claro fue el momento,
atesorado en la bóveda de mis
recuerdos
en medio de la oscuridad que hoy me
cubre...
en su manto de espinas y cardos.
Goog
Febrero de 2013
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