Tempestad ingenua de los otros,
del cielo robado, hurtado,
difamado de promesas,
de robos celestes,
de mieles prohibidas,
y también de amaneceres.
Noche perversa,
de un marzo pasado,
entre tus muslos poseídos,
donde quizá, creyéndote,
ahora has reculado.
Ustedes, poetas, locos amantes,
refugiados del tiempo
en donde se habían osado,
vivieron un mundo,
que aún no me he imaginado.
Derramaba humedades
para barnices insensatos
musa del pasado,
que (creo), ahora
te ha abandonado.
Mayo de 2014
Mayo de 2014
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